En la gestión de IT, los CIO y sus equipos de liderazgo enfrentan una presión constante para mantener la infraestructura tecnológica alineada con las necesidades estratégicas de sus organizaciones.
Sin embargo, en medio de esta complejidad, a menudo se pasa por alto un factor crucial para el éxito: la cohesión y efectividad del propio equipo de liderazgo.
Un equipo disfuncional no solo pone en riesgo la ejecución de la estrategia tecnológica, sino que puede erosionar la confianza en toda la función de IT, lo que a su vez impacta en la confianza de otras áreas de la organización.
Este artículo se inspira en los conceptos presentados en una investigación realizada por HBR sobre la disfunción en equipos de liderazgo que reportan al CEO. Sin embargo, los he adaptado específicamente al contexto de un CIO y su equipo de liderazgo, presentando un enfoque basado en mi experiencia trabajando como miembro de varios equipos de liderazgo de CIOs.
La Disfunción en Equipos de Liderazgo en IT
En el entorno IT, las disfunciones que pueden afectar a un equipo de liderazgo suelen manifestarse de formas que, aunque parecidas a otros contextos empresariales, tienen matices únicos.
Los desafíos de la interdependencia tecnológica, la madurez o inexistencia de procesos de gestión, la ausencia de principios guía, la velocidad del cambio digital, y la constante presión por la innovación crean un terreno fértil para la disfunción si no se manejan adecuadamente.
Competencia Destructiva
Es común que dentro de un equipo de liderazgo de IT se desarrollen competencias destructivas entre líderes de diferentes áreas.
Por ejemplo, en uno de los equipos de liderazgo que trabajé, el líder de infraestructura tenía un comportamiento muy peculiar tanto en el ámbito personal como profesional y, por otro lado, estaba el líder de aplicaciones con muchas ambiciones de escalar rápido en su carrera. Ambos se encontraron en un conflicto continuo sobre la asignación de recursos para sus respectivas áreas y quién tenía mejor llegada con el CIO de la época.
Sin un alineamiento claro con la visión global de IT, estos líderes compitieron de manera destructiva, ocasionando un retraso significativo en la implementación de la estrategia de transformación digital que llevaba la compañía y que terminó con la posterior desvinculación del líder de infraestructura.
Este tipo de competencia, si no se gestiona, puede derivar en proyectos fragmentados, decisiones desacertadas, y una incapacidad para implementar una estrategia tecnológica coherente, lo que finalmente le puede terminar pasando la cuenta al CIO.
Falsa Armonía
Otro riesgo es la falsa armonía, donde el deseo de evitar conflictos lleva a una falta de debate crítico.
En IT, esto puede manifestarse cuando los líderes no cuestionan decisiones clave, por temor a perturbar la supuesta cohesión del equipo.
Recuerdo que en la misma compañía, luego de la salida del líder peculiar, se integró un nuevo líder de operaciones e infraestructura, que venía precedido por una fama de haber liderado grandes proyectos y, por tanto, gozaba de una gran e incuestionable confianza por parte del CIO.
Esto propició un periodo de tregua entre el nuevo director de operaciones e infraestructura y el líder de aplicaciones, los que evitaban discutir los problemas de rendimiento de las aplicaciones críticas para no crear tensiones entre los equipos de desarrollo y operaciones, y mantener buenas relaciones a nivel personal.
Como resultado, los problemas persistieron y se agravaron, afectando la disponibilidad de los sistemas críticos y la satisfacción del cliente. Peor aún, afectando la percepción de valor que entregaba IT al negocio.
Este tipo de dinámica puede llevar a una falta de estabilidad y a la adopción de soluciones que no han sido debidamente diseñadas.
Estancamiento y Complacencia
En algunos casos, los equipos de liderazgo de IT pueden caer en la complacencia, especialmente después de periodos de éxito sostenido.
Este estancamiento es peligroso en un campo que evoluciona tan rápidamente como el tecnológico.
He visto cómo, después de implementar con éxito una gran migración de centros de datos, el equipo de liderazgo se relajó, confiando en los logros pasados y perdiendo el impulso para seguir mejorando.
La falta de un sentido de propósito compartido o de una visión clara para el futuro puede llevar a que el equipo se enfoque más en mantener el statu quo que en buscar nuevas oportunidades de transformación digital.
Cómo Superar la Disfunción en Equipos de IT
La identificación temprana de estas disfunciones es clave para revertir el curso y llevar al equipo hacia un desempeño alto:
- De la Competencia Destructiva a la Colaboración Estratégica
Los CIO deben establecer un marco claro de prioridades estratégicas para IT, donde cada líder de área entienda su rol dentro de la visión global. Recuerdo que después de varios intentos fallidos, un año finalmente fui partícipe en cómo la implementación de un “mapa de objetivos compartidos” ayudó a nuestro equipo de liderazgo a alinear sus esfuerzos en torno a un objetivo común: la mejora de la experiencia del usuario final. Fomentar la transparencia y el respeto mutuo puede transformar la competencia destructiva en una colaboración saludable, donde se valoran y aprovechan las fortalezas de cada área para el beneficio común. - De la Falsa Armonía al Debate Productivo
Para evitar la falsa armonía, es crucial crear un entorno donde el debate constructivo sea la norma. En un equipo de liderazgo que moderé, introdujimos una práctica de “desafío constructivo” — te invito a leer el artículo sobre pensamiento paralelo y pensamiento crítico, que ayuda a hacer más productivos este tipo de debates —, donde se esperaba que cada miembro del equipo cuestionara al menos una propuesta durante las reuniones. Esta práctica no solo mejoró la calidad de las decisiones, sino que también reforzó la confianza entre los miembros del equipo, quienes comenzaron a ver el desafío no como una confrontación, sino como una oportunidad para fortalecer sus ideas. - Del Estancamiento a la Innovación Continua
Superar la complacencia requiere un enfoque en la evolución constante. El CIO debe inspirar a su equipo a mirar más allá de los éxitos pasados y a cuestionar cómo pueden adaptar o reinventar las prácticas actuales para enfrentar los desafíos futuros. Recuerdo un año, en que tras un periodo de estabilidad, el CIO conformó un equipo dedicado a realizar una serie de “sprints de innovación”, donde su líder presentaba diferentes iniciativas nuevas cada trimestre. Esta mentalidad de aprendizaje continuo revitalizó al equipo y aseguró que IT siguiera siendo un motor de innovación para la organización.
Quick Break!
Suscribete Sin Costo¿Cómo puedes asegurarte de ser el líder que tu equipo necesita desde el primer día?
Asumir un rol de liderazgo en IT por primera vez es un desafío emocionante, pero lleno de responsabilidades. A continuación, presento algunas lecciones clave que todo nuevo líder debería considerar, basadas en las experiencias compartidas en este artículo:
1. Establece Expectativas Claras desde el Comienzo
Una de las primeras tareas como nuevo líder es definir claramente qué se espera de tu equipo y de ti mismo. Asegúrate de que todos entiendan la visión y los objetivos comunes, y cómo su trabajo contribuye al éxito general de IT y la organización. Esto no solo alinea esfuerzos, sino que también previene conflictos derivados de la falta de dirección.
Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedes comunicar mejor la visión y las expectativas a tu equipo desde el primer día?
2. Fomenta un Entorno de Colaboración Saludable
Es vital evitar la competencia destructiva que puede surgir cuando los miembros del equipo no ven un valor común en sus esfuerzos. Como nuevo líder, promueve la transparencia y el respeto mutuo. Incentiva la colaboración entre diferentes áreas y muestra cómo las fortalezas individuales pueden complementar las de los demás para lograr el éxito conjunto.
Pregunta para reflexionar: ¿Qué pasos puedes tomar hoy para fomentar un ambiente donde la colaboración prevalezca sobre la competencia?
3. No Tengas Miedo de Desafiar las Ideas
La falsa armonía puede parecer atractiva al principio, pero a largo plazo perjudica la calidad de las decisiones y la innovación. Establece un ambiente donde el debate constructivo sea la norma. Invita a tu equipo a cuestionar y desafiar las ideas en lugar de simplemente seguir el flujo. Esto no solo mejora las decisiones, sino que también fortalece la confianza y la cohesión del equipo.
Pregunta para reflexionar: ¿Estás dispuesto a crear un espacio donde las ideas sean desafiadas de manera constructiva? ¿Cómo puedes empezar a hacerlo?
4. Mantén una Mentalidad de Evolución Constante
La complacencia es un enemigo silencioso que puede afectar incluso a los equipos más exitosos. Como nuevo líder, es esencial mantener el impulso hacia la mejora continua. Fomenta una cultura de aprendizaje y adaptación, donde cada éxito sea visto como una oportunidad para aprender y prepararse para el siguiente desafío. Introduce prácticas como “sprints de innovación” o reuniones periódicas para discutir nuevas ideas y enfoques.
Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedes asegurar que tu equipo nunca deje de evolucionar y buscar la excelencia?
5. Aprende de la Experiencia y Sé Flexible
No todos los desafíos en el liderazgo de IT serán predecibles. Aprende de las experiencias pasadas, tanto propias como de otros líderes, y sé flexible en tu enfoque. No te aferres al statu quo; en su lugar, sé proactivo en ajustar estrategias y tácticas para adaptarte a las necesidades cambiantes de tu equipo y la organización.
Pregunta para reflexionar: ¿Cómo puedes aplicar las lecciones aprendidas para ser más flexible y adaptativo en tu nuevo rol?
6. Construye y Mantén la Confianza
La confianza es el cimiento de cualquier equipo de alto rendimiento. Como nuevo líder, trabaja para ganarte la confianza de tu equipo, demostrando integridad, transparencia y competencia. Escucha activamente a tus colaboradores, reconoce sus aportes, y sé coherente en tus decisiones y acciones.
Pregunta para reflexionar: ¿Qué acciones puedes tomar para construir y mantener la confianza dentro de tu equipo?
7. Prepárate para Desafíos y Oportunidades Inesperadas
En el entorno de IT, el cambio es la única constante. Prepárate para enfrentar desafíos inesperados, pero también estate atento a las oportunidades que puedan surgir. Tu capacidad para navegar en estas situaciones determinará no solo tu éxito como líder, sino también el de tu equipo.
Pregunta para reflexionar: ¿Estás listo para afrontar lo inesperado? ¿Cómo puedes preparar a tu equipo para que vea los desafíos como oportunidades?
Conclusión: Construyendo Equipos de Liderazgo de Alto Desempeño en IT
Para que un equipo de liderazgo en IT funcione al máximo, es fundamental que el CIO establezca una visión clara, fomente la alineación de roles y responsabilidades, y defina normas de comportamiento – principios guía – que promuevan tanto la colaboración como el desafío constructivo.
Estos principios no solo son aplicables para CIOs experimentados, sino que también sirven como base para los nuevos líderes de IT que están asumiendo roles de liderazgo por primera vez.
Al abordar las disfunciones con un enfoque estratégico y proactivo, los CIOs pueden guiar a sus equipos hacia la excelencia operativa y la innovación continua, asegurando que IT no solo apoye, sino que también impulse el éxito general de la organización.
Sin embargo, es igualmente crucial que los nuevos líderes en IT adopten estos principios desde el primer día, estableciendo expectativas claras, fomentando un ambiente de colaboración saludable, y manteniendo una mentalidad de evolución constante.
La transición hacia un rol de liderazgo es un proceso lleno de desafíos y aprendizajes.
Al reflexionar sobre cómo ser el líder que tu equipo necesita, tanto los CIOs como los nuevos líderes pueden desarrollar las habilidades necesarias para evitar las trampas de la disfuncionalidad y promover un clima de excelencia.
Así, no solo fortalecerán a sus equipos actuales, sino que también prepararán el camino para una nueva generación de líderes en IT que estarán mejor equipados para enfrentar los desafíos futuros.
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